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El CB 1939 Canarias pierde en el atentado al baloncesto protagonizado en Andorra

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Se puede decir que lo vivido este domingo en Andorra era un partido de baloncesto porque sucedió en una cancha, con dos aros, un balón y personas vestidas de jugadores, pero lo mostrado durante los cuarenta minutos de juego, por llamarlo de alguna forma, no se corresponde a lo que se entiende por este deporte, que se quiere disfrutar como un espectáculo. Ojalá viniesen los ‘Men in black’ y nos «flashearan» y borraran todo esto de nuestra mente. El Cantera Base 1939 Canarias y el Andorra protagonizaron un esperpento, un atentado, a su labor profesional y obligaron a sus aficionados a sufrirlo (58-48).

Los parciales de 5-13, 13-10, 16-12 y 24-13 muestran lo errático que estuvieron ambos ¿equipos? sobre el parquét del Poliesportiu M.I. Govern D’Andorra. El 16/41 en tiros de dos, 4/8 desde el tiro libre y el 4/21 desde el triple de los entrenados por Nenad Markovic son un reflejo del patético esfuerzo del conjunto de La Laguna. Aún más en el último cuarto, en el que bajaron la intensidad, casi al cero durante los treinta minutos anteriores, de su nivel defensivo para permitir que los locales terminaran llevándose la alegría de ser el menos malo de las dos escuadras que aburrieron a propios y extraños. En esos diez últimos minutos los de Joan Peñarroya se pusieron por primera vez por delante en el marcador (9:18, 36-35) y se distanciaron en el electrónico (52-41 a 2:59) para dejar el triunfo en su casa. Sobre todo, gracias al acierto de Jaime Fernández, que terminó el compromiso con diecinueve puntos, incluyendo tres triples.

En los aurinegros, Mike Tobey, duda hasta el último momento, pudo estar en rotación, incluso fue de la partida, aportando dos puntos y cuatro rebotes en catorce minutos. Javier Beirán, con nueve puntos, siete rebotes y once créditos de valoración, fue el más destacado de un mal equipo en el día de hoy, en el que Adin Vrabac volvió a ser un espectador de lujo y no saltó ni un segundo a la cancha, ya que Markovic consideró que su compatriota no iba a mejorar lo que sobre la cancha mostraban los otros once componentes de su conjunto.

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