Entrevista | Martínez-Vara de Rey, ‘de cancha a cancha y tiro porque me toca’

Entrevista | Martínez-Vara de Rey, ‘de cancha a cancha y tiro porque me toca’

Isabel Martínez-Vara de Rey (02/02/1996, Zaragoza) volverá a jugar en Liga Femenina 2 esta temporada 2020/21 después de cinco años y lo hará con el Adareva, club al que decidió incorporarse el curso pasado en Primera Autonómica al regresar a Tenerife tras cuatro años en Estados Unidos.

En entrevista a BASKET INSULAR se muestra ilusionada con volver a disputar la segunda categoría femenina en España y hacerlo en el club lagunero, donde “me siento como en casa”.

BASKET INSULAR: Va a comenzar una nueva temporada en Liga Femenina 2, ¿Cómo ves el grupo en el que va a competir el Adareva?

ISABEL MARTÍNEZ-VARA DE REY: “La verdad que valorar el grupo sobre el papel no sirve de mucho. Nos ha tocado el grupo que nos ha tocado y hay que competir a tope”.

“Yo después de tantos años sin jugar en Liga Femenina 2 lo veo como un reto. Tengo muchísimas ganas de empezar, demostrar y competir. Tengo ganas de volver a jugar partidos de baloncesto, aunque este año van a ser un poco extraño porque serán a puerta cerrada, sin afición, pero a nivel colectivo tenemos ganas de demostrar el equipo que somos”.

BI: ¿Cómo viviste la temporada pasada y el momento en el que todo se paró?

IM: “La temporada pasada la viví con mucha ilusión porque volví a Tenerife y me pude reencontrar con compañeras con las que había competido tanto en contra como en el mismo equipo, pero la verdad que fue un tanto agridulce porque en el momento en el que la competición paró por el tema del coronavirus nos dejó con las ganas de seguir jugando y de buscar seguir haciendo bien las cosas y representar a nuestro club y a la isla porque teníamos ganas de intentar el ascenso”.

BI: Por tanto, ¿cómo valoraste en su momento la decisión de conjunta de las federaciones canaria y española de otorgar al Adareva el ascenso directo?

IM: “En el momento en el que se nos dice que ascendíamos directamente por decisión federativa pues claro que me alegré por ascender, pero no son las formas de como queríamos lograrlo, pero claro que me alegré, no deja de ser un ascenso. Creo que el año pasado hicimos un papel más que bueno y crecimos mucho como equipo y a nivel personal también creo que lo hice. Me encontré mucho apoyo en un equipo que cada día demostró estar muy unido y eso fue esencial para los resultados que obtuvimos”.

“Al final me pareció bien porque salí beneficiada de esa decisión, pero supongo que si hubiera estado en la situación de que esa decisión no me beneficiase no me parecería acertada. Pero al fin y al cabo tanto la Federación Canaria como la Española se reunieron en varias ocasiones y tomaron esta decisión de forma meditada y por una serie de razones y yo respeto al cien por cien esa decisión”.

CB Adareva Tenerife 2019/2020

BI: Hablando de tu trayectoria, has jugado en muchos lugares, clubes y categorías, ¿qué recuerdas de esos momentos de tantos cambios?

IM: “Mi padres es militar y la vida militar es de cambiar mucho de sitio. Nací en Zaragoza, pero he vivido en muchas partes de España como Madrid, Tenerife, Barcelona y Gran Canaria. Además de Estados Unidos”.

“Empecé en el baloncesto como actividad extraescolar aquí en Tenerife en las Escuelas Pías cuando tenía ocho años y estaba en Tercero de Primaria. Después, me fui al Real Club Náutico y fue cuando se hizo la vinculación con el Colegio La Salle y lo curioso es que ahí Antonio Cañamero fue mi entrenador y ahora diez años más tarde vuelve a serlo. En Sexto de Primaria nos mudamos a Las Palmas de Gran Canaria y jugué dos años en el Canterbury Lions y me sirvió para que me llamasen de Siglo XXI y me fui para Barcelona sin pensármelo. Luego volví a Tenerife y estuve dos temporadas en el Tenerife Islas Única, el primero con Esther Herrero y el segundo con Ramón Cubeles, jugando ya en Liga Femenina 2. Luego, ya como sénior, fiché por Clarinos antes de irme a Estados Unidos”.

BI: Siglo XXI tiene un gran prestigio a nivel formativo, tanto académico como deportivo, ¿cómo fue esa experiencia?

IM: “Me fue muy bien y conocí a muchas personas que me han aportado mucho, tanto en lo personal como en lo deportivo, y conocí a gente de otras disciplinas deportivas como natación sincronizada, balonmano o tenis. Además del idioma catalán de allí me llevé a muchas amistades”.

BI: Volviste a la isla como júnior al fichar por el Tenerife Isla Única y empezaste a jugar en Liga Femenina 2, ¿qué recuerdas de tu primera experiencia en esta categoría?

IM: “La verdad que lo recuerdo con un montón de cariño. Creo que el partido que más recuerdo fue uno que jugamos contra el Real Canoe de Amaya Valdemoro y era muy importante porque si lo perdíamos descendíamos y ganamos y yo me llevé un codazo la mejilla y me pusieron grapas y un parche en frío y seguí jugando. Esa generación de júniors la recuerdo muy buena y de mucha calidad y había mucha competencia en los entrenamientos y los partidos. Creo que éramos un muy buen equipo”.

BI: ¿Cómo surgió que fueses a Estados Unidos?

IM: “Era una de esas cosas que sabes que tienes que hacer porque si no después en un futuro sientes esa espinita clavada y te arrepientes de no haberlo hecho y sabía que tenía que hacerlo de alguna manera u otra y al final estuve cuatro años y fue una experiencia increíble”.

“Fui con una beca para estudiar Magisterio. Es otro nivel. Se le da mucho valor al deporte, no como en España que si tienes que compaginar deporte con estudios es muy complicado. Allí al deportista se le tiene en muy alta estima”.

BI: ¿Qué balance haces en lo deportivo?

IM: “En mi ‘freshmen year’ jugué en Idaho State en División 1 y al ser el primer año y haber ido a la aventura pues antes de llegar me imaginaba de todo. Me habían dicho que todo era muy físico y que tenía que estar muy en forma y la verdad que una cosa es que te lo cuenten y otra es vivirlo”.

“El primer año se me hizo muy duro. Con el tema de que mi padre es militar y nos hemos tenido que mover mucho el tema de socializarme y conocer gente y hacer amigos lo tengo dominado, no tengo ningún problema en ese sentido, pero lo que sí que me costó un poquito fue que yo pensaba que sabía inglés pero allí me di cuenta que no sabía tanto inglés como creía y los primeros meses lo pasé fatal porque me enteraba de un cincuenta por ciento de las conversaciones, así que no sabía cómo hablar con gente y no me enteraba bien de todo, pero me fue bien porque fui la única extranjera y eso me hizo tener que aprender inglés sí o sí. Luego el segundo año tuve a dos españolas en el equipo (Estefanía e Irene), que vinieron de Barcelona y Madrid y claro, ya para ellas la experiencia fue diferente porque ya estaba yo para ayudarlas y traducirles y ayudarlas en los entrenamientos. Ellas no aprendieron tanto inglés por el hecho de que yo estaba allí. Jugamos en División 1”.

“Deportivamente, mejoré mucho físicamente en el sentido de que ‘me puse como un toro’. Pero claro, en baloncesto o ‘estás como un toro’ o eres rápida, es difícil tener las dos cosas y yo decidí que por mi forma de jugar que soy muy explosiva me interesaba más ser más rápida. Entonces ahí tuve bastante polémica con mis entrenadores porque ellos querían que aumentase mi masa muscular y yo no. No estábamos en la misma sintonía, aunque jugué mucho, una media de noventa minutos, ya que el entrenador, ‘coach’ Seton, confió en mí, así que genial”.

“Este entrenador nos alentaba mucho y tenía una manera de ver el baloncesto en la que manejaba situaciones de estrés, porque los finales eran muy apurados y eso era un estrés continúo. Él sabía manejar eso muy bien y aprendí mucho de él en ese sentido. Éramos el equipo que más corría, que más defendía… Muy al límite todo”.

BI: Ahí estuviste dos años y luego te volviste a mudar…

IM: “Sí, al final del segundo año decidí transferirme y me fui a Nueva York, a Albany, para jugar en The College of Saint Rose de la División 2 de la NCAA. Y aunque pareciese un paso atrás porque pasé de jugar en División 1 a la 2 para mí fue todo lo contrario porque gané en experiencia personal, aparte del baloncesto. Conocer la ciudad, viajar por Estados Unidos. En mi primer año apenas conocí el hotel y el pabellón y no tenía tiempo para más, así que pensé en qué quería sacar de mi experiencia americana y eso era lo que quería y si para conseguirlo tenía que jugar en una división inferior eso no iba a ser problema. En lo deportivo, era titular y jugaba casi todo el partido. Además, en lo académico, terminé la carrera”.

BI: Y regresaste a Tenerife, ¿no hubo oportunidad de seguir allí?

IM: “En Estados Unidos juegas la NCAA o la WNBA y por eso muchas estadounidenses o jugadoras que juegan las ligas universitarias luego vienen a Europa”.

Yo además decidí volver porque allí pasé muchísimo frío. Quizás de los doce meses en ocho estaba con frío y muy abrigada y necesitaba calor y mar. Por eso volví”.

BI: Vuelves a Tenerife y fichas por el Adareva en Primera Autonómica, ¿por qué este club?

IM: “Cuando volví algunos equipos contactaron conmigo, pero yo contacté con el Adareva porque no sé si ellos sabían que yo estaba de vuelta después de cuatro años. Hablé con el equipo de La Salle y me reuní con Clarinos y Adareva”.

“Me decanté por el Adareva porque tenían un proyecto muy ambicioso y lo que me gustó de ellos es que confían mucho en las jugadoras de cantera y canarias y eso me cautivó”.

BI: Sobre el papel, lo más fácil y atractivo hubiera sido el Clarinos.

IM: “Básicamente no me fui al Clarinos porque no me terminó de convencer. Con ellos no tengo ningún tipo de problema, todo lo contrario. Salí muy bien de allí, pero básicamente el Adareva era el equipo que reunía las características que me interesaban. En el Clarinos empecé a jugar como sénior y cuando fiché por ellos en 2014 me pareció un proyecto muy bonito y emocionante porque nadie en Tenerife sabía lo que iba a pasar con ellos y ahora han despegado y tienen a muchas jugadoras internacionales y de la cantera y les ha ido muy bien”.

“He vivido la progresión del Clarinos hasta llegar a Liga Femenina y estoy muy orgullosa de que el baloncesto femenino se promueva tanto en Tenerife”.

BI: ¿Cuáles fueron tus primeras impresiones al empezar en el Adareva?

IM: “Geniales, sobre todo por volver a coincidir con Cañamero. Me pareció curioso porque después de tantos años no sabía cómo iba a ser, pero con él estoy muy bien. En su momento fue el segundo entrenador que tuve en mi vida y recuerdo aquello con mucho cariño”.

BI: ¿Ya con ganas de quedarte en Tenerife y mudarte menos?

IM: “Creo que Tenerife es el paraíso y se vive muy bien y no te das cuenta de todo lo que tiene la Isla hasta que te vas. Yo me considero muy tinerfeña y muy canaria”.

BI: ¿Cómo ves la situación del baloncesto femenino en Tenerife y Canarias en general y las posibilidades de ser una jugadora de larga trayectoria?

IM: “La verdad que sobre lo que ha ocurrido aquí en los últimos años he estado algo desconectada, pero sí que veo mucha cantera con mucha proyección de futuro, aunque es verdad que hay muchas jugadoras que se van a Península porque tienen ganas de progresar en clubes que consideran mejores o les salen esas oportunidades, pero también hay gente que vuelve porque quiere representar los colores de sus islas y prefieren jugar en Canarias por estar con su familia o por razones deportivas de vinculación con algún club”.

“Ser una jugadora de larga trayectoria en las islas es posible, pero lo de que sea el mejor sitio depende de la valoración personal de cada una. Puedo valorar mi experiencia diciendo que estoy contenta de estar aquí y tengo que agradecer al Adareva por ello porque me han acogido de forma extraordinaria y me siento como en casa”.

CB Adareva Tenerife 2020/2021

Javier Fernández

Javier Fernández Trujillo (29/10/1980, Santa Cruz de Tenerife) es el director-editor de 'BASKET INSULAR'. Con experiencia en radio, televisión y medios digitales desde 1999.

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