El Cantera Base 1939 Canarias jugará la Copa con un equipaje en homenaje al último ascenso del Club Baloncesto Canarias

El Cantera Base 1939 Canarias jugará la Copa del Rey con un equipaje que hará homenaje al último equipo del Club Baloncesto Canarias y que logró el 30 de mayo de 1998 el ascenso a Liga EBA. Es el gesto que ha querido tener la directiva del club presidido por Félix Hernández dentro de los actos de conmemoración de la fundación del Club Baloncesto Canarias, de la que se cumplen ochenta años este 2019.

El equipaje es un recuerdo al del último ascenso protagonizado por el Club Baloncesto Canarias, el conseguido desde la Primera División Autonómica a la Liga EBA. Ocurrió un 30 de mayo de 1998, en Don Benito, con Roberto Marrero de presidente y Jou Costa de entrenador, en la temporada previa a que, con el equipo compitiendo en EBA, el Club Baloncesto Canarias decidiese dejar de tener actividad deportiva y cediese sus derechos al Cantera Base 1939 Canarias, club creado con nuevo CIF en 1996, pero que no tendría actividad hasta ese momento. Aquel fue, por tanto, el último ascenso del Club Baloncesto Canarias, ya que, a partir de ahí, los ascensos a LEB 2, LEB Oro y ACB los protagonizó el Cantera Base 1939 Canarias.

El Club Baloncesto Canarias llevaba cuatro años compitiendo en las ligas de Segunda y Primera Autonómica. Al cierre de la liga regular de la Primera Autonómica 97/98, el equipo aurinegro finalizaba primero con un balance de 20/2 igualado a méritos con el Náutico de Tenerife, pero con mejor average particular. Los dos equipos tinerfeños lograban el pase a la Fase de ascenso a EBA, que se celebró en tierras pacenses del 27 al 31 de mayo.

Los dos equipos quedaron de entrada encuadrados en dos grupos diferentes de cuatro equipos que se midieron entre sí en una liguilla de todos contra todos a una sola vuelta. El Canarias arrancó con derrota ante el Linense, a la postre campeón de la fase (88-102), pero luego encarriló su pase a los cruces definitivos con dos triunfos seguidos ante el Moraleja (98-74) y el Villanueva de Córdoba (87-63). Fue entonces cuando, el 30 de mayo del 98, se jugó el ascenso contra el primero del otro grupo, el anfitrión Don Benito, en un duelo que se decantaría del lado aurinegro. La posterior final del domingo, ya con los dos finalistas ascendidos, sería para el Linense (72-84).

Aquel proyecto contaba ya entre sus directivos con Guillermo Ramos y con colaboradores como Juan Pedro Núñez y Félix Hernández, que en junio de ese año entrarían a formar parte de la directiva de Roberto Marrero; así como con el médico Conrado Rodríguez-Jaubert.

Formaban parte, entre otros, de aquella plantilla, amén de los técnicos Jou Costa, Pocho Jerez y Pedro Bacallado; los jugadores Edgar Núñez, Isidro Jiménez, Benito Cabello, Israel Martín, Víctor Thovar, Henry Jorge, Celestino Martín, Fran González, Armando Santana, Guillermo Cubas, Pedro Pérez, Márquez, Izquierdo o Isaac; mientras que Airam Marrero o Dani González, por ejemplo, apuntaban ya maneras en el Júnior de José Luis Camarillo y Guillermo García.