Un errático Iberostar Tenerife echa por tierra su gran lucha ante el Oostende
El Iberostar Tenerife sufrió este miércoles su segunda derrota en la Basketball Champions League y la tercera de forma consecutiva, sumándole la del pasado domingo en Liga Endesa ante el Real Madrid, tras caer en su visita al Telenet Oostende, vigente campeón belga de Liga y Copa, por 66-62. Los de Txus Vidorreta volvieron a demostrar su capacidad incansable de pelear por el triunfo, pero los errores se suceden y, en esta ocasión, fue el tiro la circunstancia que hizo que los aurinegros no pudiesen ganar, a pesar de mejorar en aspectos como el rebote y las pérdidas, que habían sido el ‘handicap’ en las derrotas anteriores.
Además, lo peor de la noche, al margen de perder el encuentro, fue la lesión sufrida por Rodrigo San Miguel, que no pudo jugar en toda la segunda mitad al sufrir en la primera parte una torcedura en su tobillo izquierdo; de la que aún se espera conocer su alcance.
En el lado positivo, tanto Davin White como Bogris pudieron jugar, a pesar de sus molestias en rodilla y gemelo, respectivamente.
Carl English empezó tirando del carro aurinegro, con 3/4 desde el triple en los primeros minutos del compromiso, pero Katic respondía en la zona belga, ganando en la lucha sobre la pintura a Bogris. Ahí, empezaron las alternancias en el marcador, 8-11, 11-14, 13-16, pero los locales trataron de romper el partido con un parcial de 13-2 que les llevó a ponerse 11 puntos arriba, 33-22, al comienzo del segundo cuarto. Ahí, apareció Fran Vázquez al rescate de la escuadra lagunera y fue el estandarte anotador de un parcial de 0-10 que hizo que el partido volviese a igualarse.
Tras el paso por vestuarios, el partido entró en un correcalles en el que el Oostende parecía encontrarse cómodo, marchándose 6 puntos arriba, 58-52, aprovechándose de la sucesión de errores visitantes desde el perímetro. Ahí, Javi Beirán, Ferrán Bassas, Davin White y Georgios Bogris dieron un paso al frente y empezaron a mover el balón con fluidez y a anotar, tanto desde el perímetro como en el interior, para llegar con opciones de triunfo al momento final y decisivo de partido, 64-62 a falta de 1:58 para que sonase la bocina por última vez. Ahí, Gillet ponía un tapón a Bassas que sentenciaba el destino del choque, 66-62 y derrota del Iberostar Tenerife.
