Fajardo, lo deja: “No quería jugar en categorías que no fueran máximo nivel y no dar el máximo”
Diego Fajardo anunció este lunes su retirada del baloncesto en activo, tras una dilatada trayectoria profesional de casi 20 años. “Es una decisión meditada y realmente no muy dura de tomar”, avanzó el icodense, “porque he tenido tiempo suficiente para pensarlo bien”, aclaró. “Esto no es algo que se decida de un día para otro, sino que es algo que uno va reflexionando de manera progresiva. Y no ha sido una decisión dura porque mi cuerpo y mi corazón ya están llenos de muchísimas satisfacciones a nivel deportivo y de todas las experiencias tan enriquecedoras que he vivido”, aseguró.
“Era una decisión que había que tomar tarde o temprano. Me convertí muy pronto en profesional y mi carrera ha durado muchísimo, pero estas cosas tocan a su fin tarde o temprano. Me he volcado con este deporte casi, incluso, desde antes de nacer. Por tradición familiar, siempre se ha respirado deporte en mi casa, desde que estaba en la barriga de mi madre. Y eso ha influido mucho en mi vida, desde los 15 años que salí de casa, vine a Santa Cruz (Unelco) y luego al Canarias para marcharme joven a la Península y a Italia”, comentó.
“Tuve la suerte de abrir la Ley Bosman y he podido disfrutar de esa circunstancia para jugar muchos años en Italia”, agregó. “No ha sido un camino fácil, porque he tenido dos lesiones graves, ahora ya puedo decirlo: la rotura del ligamento cruzado anterior en mis dos rodillas. Cuando se quiere realmente una cosa y se tiene pasión por algo, te sobrepones a todo y superas todas las dificultades. No lo dije antes porque no me convenía decirlo ni quería que perjudicara mi carrera”, dijo.
“Siempre he querido jugar al máximo nivel”, explicó Fajardo, “y no me gustaba la sensación de jugar en otras categorías y no dar el máximo. Siempre he estado muy bien físicamente porque me he cuidado muchísimo y ya sentía que no era el Fajardo que se conocía en Italia. No estaba dando lo que quería dar y hay que ser honesto y justo con uno mismo y con su profesión. No puedo racanearle nada a este deporte con todo lo que me ha dado”.
Reconoció que este verano tuvo alguna opción para prolongar su trayectoria. “Podía haber seguido, porque llegué a tener incluso una oferta de dos años para jugar en Italia, pero la cuestión no era esa: no quería jugar en unas condiciones que a mí no me llenan”, detalló. “Cuando te has volcado tanto con este deporte, esto desgasta mucho a nivel físico y mental”, aseguró.
“Quiero darle las gracias al baloncesto en sí, que me ha dado muchísimo: experiencias inolvidables y la posibilidad de conocer culturas diferentes. He jugado en sitios inimaginables, como Irán por ejemplo. He conocido todas las competiciones europeas y he jugado por toda Asia, he ganado títulos y he conocido sitios muy lejanos”. “Para uno”, matizó, “ que es de un pueblo pequeño del Norte de Tenerife (Icod de Los Vinos), lo que he conseguido está más que bien. Lo importante es que me yo me sienta satisfecho con mi trabajo y realmente lo estoy”, agradeció.
“Quiero también mostrar mi más sentido agradecimiento a dos personas muy especiales en mi vida. Me refiero a mis padres, que han sido fundamentales en lo que he conseguido, porque han estado ahí siempre, sobre todo, en los momentos más duros, cuando me lesioné la rodilla. Nunca me han fallado y siempre han estado ahí de manera incondicional”, añadió.
“También le estoy muy agradecido a dos grandes preparadores físicos, que han sido fundamentales en mi trayectoria: Marcos y Óscar. Los dos han trabajado siempre conmigo en verano, física y sicológicamente. También le debo mucho a varios entrenadores, sobre todo a Charlie Recalcati, a Lino Lardo y a mi último técnico, Alejandro Martínez. Y a muchos compañeros con los que he tenido la suerte de jugar. Me gustaría en ese sentido tener un recuerdo especial con Sergio Luyk, que me marcó mucho y del que fui muy amigo. Tuve la suerte de conocerlo y la mala suerte de que se haya ido muy pronto”, comentó.
“Además”, prosiguió, “quiero agradecer a mi actual pareja y a mis dos hijos todo lo que han hecho por mí en este tramo final de mi carrera. Ellos han sido muy importantes para que yo siguiera motivándome. Quería que ellos me vieran jugar y eso ha influido para que yo alargara estos últimos años de mi vida deportiva; así como a mi dos hermanas”.
“Quisiera agradecerle también al CB 1939 Canarias haberme dado la posibilidad de jugar mi último año aquí, en mi Isla, donde han jugado mi padre y mis tíos. Se lo agradezco de corazón a Alejandro, a Félix y quiero tener una mención especial con Aniano Cabrera, porque se ha portado de manera excepcional conmigo. Haber jugado por fin delante de mis amigos y de mi familia ha sido un broche perfecto. Me hubiera gustado haber llegado antes, que se hubiera visto al mejor Fajardo en la Isla, pero las circunstancias han sido así. Llegó cuando tuvo que llegar y estoy muy contento”, sentenció.
El tinerfeño reconoció además que el día después de la élite no estará directamente vinculado al baloncesto, pero sí confesó que le gustaría seguir metido en el mundo del deporte en general y aprovechar su experiencia para futuros cometidos laborales.
Fajardo Ocón (11/2/1976) ha puesto el broche a casi 20 temporadas como profesional, con casi 150 partidos en ACB, desde que tras formarse en el Hércules de su Icod natal y el CB Unelco fichara por el EBA del Tenerife Canarias en la temporada 94/95 para luego irse al Sub 23 del Valladolid y emprender muy pronto una dilatada carrera en Italia, donde se erigió en uno de los foráneos con más partidos y más respetados de la historia reciente de la LEGA.
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