El Iberostar Tenerife visita este domingo al potente Baskonia, un gigante en pleno despertar

El Iberostar Tenerife visita este domingo (Buesa Arena, 11:15 hora insular, en directo por la TV Canaria) uno de los coliseos del basket europeo para medirse al potente Laboral Kutxa Baskonia, un gigante en pleno despertar que pese a sus problemas en el arranque liguero (es 11º, con tres victorias y cinco derrotas), viene de vapulear al Olympiacos, actual campeón de Europa y mejor defensa de la Euroliga hasta el jueves (89-72), y figura en la mayoría de quinielas para pelear por puestos de privilegio en la Liga Endesa y Euroliga. Por presupuesto, exigencias y calidad.

Un plantillón al alcance de muy pocos, incluidos varios jugadores con pasado reciente en la NBA, espera a los tinerfeños, que no obstante ya hicieron la machada el curso pasado de ganar en el Buesa Arena. Sin el lesionado Saúl Blanco, los aurinegros buscarán crecer desde el colectivo y desde la defensa para jugar sus bazas ante un rival, que contará también con la baja por lesión de Hamilton y que  vivía hace apenas dos semanas un relevo en el banquillo: la entrada de Ibón Navarro por el cesado Marco Crespi.

Lejos de conformarse con la plantilla diseñada a principio de temporada, el club que preside Josean Querejeta  ha incorporado fichajes de relumbrón con la competición ya en marcha, caso del escolta esloveno Sasha Vujacic, hasta no hace mucho en Los Angeles Lakers, o de su paisano Mirza Begic, ex del Real Madrid, entre otros.

La calidad de Davis Bertans o Fabian Causeaur en el perímetro; el talento en la dirección de Thomas Heurtel, una de las piezas más codiciadas de Europa en su puesto; el oficio y liderazgo de Fernando San Emeterio, el único español de nacimiento en plantilla; la versatilidad del georgiano y ex de los Chicago Bulls, Tornike Shengelia; el poder interior del citado Begic, de Kim Tillie o de Colton Iverson; o el compendio de fundamentos del mencionado Vujacic, serán algunos de los argumentos que tendrá que contrarrestar el Iberostar Tenerife para romper los pronósticos.